La segunda edición del MEET Festival logró con creces su objetivo de consolidar una propuesta diferente, proporcionando a la ciudad de Valladolid dos días repletos de sorpresas centradas en la música electrónica. El hecho de dividir el festival en dos días diversificó el público, existiendo el lugar y momento perfecto para que personas de diferentes edades pudiesen disfrutar. De este modo, incluso las familias tuvieron su espacio en los talleres organizados el sábado en el LAVA. En el apartado artístico nos encontramos un alto nivel basado en el contraste y la experimentación, aglutinando propuestas muy diversas pero que en conjunto confirmaron al MEET Festival como una apuesta segura. Con las proyecciones como bandera, la experiencia musical quedó muy reforzada por el gran juego de luces, colores e imágenes que pudimos observar los dos días.
JUEVES
La jornada del jueves tuvo lugar en la Capilla del Museo Patio Herreriano, presentándonos un recinto con una acústica espectacular que también tomó un papel muy determinante sobre todo en las dos primeras sesiones. Estas dos primeras sesiones distinguidas como Silensio, fueron sin lugar a dudas las sorpresas de la noche, ya que en ellas el público debía permanecer callado para apreciarlas mucho mejor. Con unos cuantos pallets y cojines, nos pudimos poner cómodos y dejar que nuestra mente se guiase por las propuestas presentadas. El encargado de la primera sesión fue FONFA el Pinchautor, un artista que llevó al límite el brumoso sonido de la aguja sobre el vinilo. Hasta ese preciso instante no habíamos pensado en todas las posibilidades que nos ofrece dejar terminar un tema manteniendo la aguja encima del vinilo. El resultado fueron caras de sorpresa y una gran ovación.
Unos minutos más tarde Nacho Román fue el encargado de continuar estimulando nuestros sentidos junto con los audiovisuales diseñados por Pinapardo. Si la sesión anterior se había movido en unos registros más o menos constantes, Nacho Román apostó por la saturación sonora en ocasiones logrando que todas las explosiones de colores de los audiovisuales resultasen aún más impresionantes. Nebulosas, células en división, láseres… multitud de elementos que surgían entre auténticos vendavales sonoros que cada vez iban a más.
Transcurridas estas dos sesiones en directo, se retiraron los elementos con los que habíamos estado tan cómodos para que el público fuese más partícipe de todo el entramado. De este modo llegó el collage interactivo de Cless en el que Manfredi Petruso y los italianos Eclectic Collective pusieron música. Proyecciones sobre el gran muro de la Capilla en las que el público fue el gran partícipe acercándose a ellas. Una secuencia muy urbana, inspirada en el entorno de una tabacalera. Los ritmos fueron en aumento provocando que la timidez del público quedase poco a poco relegada a un segundo plano. Sin embargo, el toque realmente festivo lo puso la sesión de Morboso acompañado de nuevo por el Eclectic Collective, aunque en esta ocasión los variados visuales fueron de Héctor de la Puente. Remezclas imposibles desde música árabe hasta Britney Spears, siempre sin salirse de la coherencia. Un final animado que nos dejó con muy buen sabor de boca.
SÁBADO
El sábado se presentó como una jornada muy variada destinada a todo tipo de públicos en gran parte gracias a los talleres para niños y las charlas y master clases impartidas. De este modo, los más pequeños pudieron cacharrear con toda la maquinaria de Guillamino. También hubo lugar para una charla de Pepe Coca (quién posteriormente actuaría con Positif) en la que hizo un recorrido por la evolución de la música electrónica. Como colofón a estas dos jornadas llegaron los esperados conciertos de Positif y Los Ganglios, revolucionando al personal.
Positif ofrecieron un directo totalmente analógico en el que la percusión de Manuel López era el otro gran elemento de conducción. Canciones repletas de sonidos salidos de videojuegos de los 90, ritmos funk, sacudidas bailables y momentos in crescendo. Un concierto marcado por canciones más o menos breves siempre muy eficaces y rodeadas de un aire espacial. Junto todo el apartado musical, Héctor de la Puente se encargó de poner unas disparatadas proyecciones de las que no podíamos apartar la mirada. Rozando lo alucinógeno por momentos, Positif lograron el ambiente perfecto para dar la bienvenida a Los Ganglios.
Que Los Ganglios visiten tu ciudad tiene que ser considerado como un evento extraordinario. Algo único que quizás solo puede ocurrir una vez en la vida y tú tienes que disfrutarlo al máximo por lo que pueda venir. El público vallisoletano parece que fue consciente de ello, entregándose a sus surrealistas canciones desde el primer minuto. Leli Loro, Xoxé Tétano y Rafael Filete sabían que estaban ante un público voluntarioso y animado, así que no dudaron es desplegar todo su humor, powerpoints y hits para que todo el mundo lo diese todo. Empezando con ‘La Cumbia de Félix y Jacques’ comenzó la fiesta. Lanzando las caretas de ambos naturalistas entre el público, la representación de sus figuras tomó un tono mucho más animado.
Una fusión casi imposible de géneros como el bacalao, el punk o techno unido a situaciones satíricas o extremistas de la condición humana. Indagando en los particulares problemas de la población del siglo XXI nos soltaron ‘LOL’, uno de los temas contenidos en su nuevo disco Lubricante. Estribillos chocantes y reveladores para alguno, mezclados con diapositivas que sirven de explicación perfecta al particular mundo de Los Ganglios. Uno de los casos más llamativos fue el de ‘El Regalo’ donde nos quedamos con muchas ganas de poder comprobar de primera mano todo lo que podemos encontrarnos en los hoteles Rausán. Adaptaciones increíbles a los temas caseros subidos a youtube como ‘Viejo Sátiro Hipertenso’, toda una oda a la hipertensión sexual. Pasándonos los minutos de una forma muy rápida, se despidieron con ‘El Subiduki’, su clásico a la desmesura festiva y muy poligonera. Se puede decir que gozamos mucho todo su concierto y por supuesto del festival completo. Esperamos que se pueda volver a repetir esta iniciativa y tengamos el MEET en Valladolid por muchos años.
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