Crónica

Girls Names

Discoteca Asklepios

25/10/2015



Por -

Girls Names regresaron a Valladolid para ofrecer uno de los grandes conciertos de la temporada (por no decir el mejor concierto de la temporada), contagiados de la crudeza proporcionada por su último trabajo Arms Around a Vision. Un trabajo en el que han evolucionado su habitual post-punk hacia terrenos propios del kraut, dotando a sus canciones de voraces experiencias matizadas en un sonido mucho más industrial. La impresión de estar ante una banda que va a experimentar un salto a nivel de público mucho mayor en un futuro no muy lejano, tanto por la explosividad de su último trabajo como por la entereza de su directo. Si lo presentado hasta ahora los convertía en una de esas joyas ocultas del circuito europeo, el desvanecimiento de los límites establecidos hasta el momento, los va a aupar mucho más alto.

Un domingo por la tarde seguramente no es la hora más apetecible para un concierto, sin embargo a los irlandeses poco parecía importarles. La nueva disposición de elementos en el escenario, con Cathan alternando la guitarra y los teclados, nos dio una buena idea acerca del rumbo que iba a tomar su directo. Un grupo desmedido, con un frontman concentrado de una forma hipnótica en el contenido de los temas, dejando que el público reciba todo el impacto de una forma directa. De este modo arrancaron con ‘A Hunger Artist’, presentando ritmos motorik, profundidad en los graves y una actitud altiva encima del escenario. Una línea de agresividad muy clara que fue creciendo aún más con ‘Desire Oscillantions’, concentrando a la parte del público que no se dedicaba a hablar, en un habitáculo que rozaba lo angustioso.

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Llegando los puntos álgidos del directo, ‘Málaga’ supuso el punto de conexión entre los Girls Names que conocíamos y su actual transformación. Riffs peliagudos y un clímax de tensión que desembocó en una melodía aliviadora, donde los rostros de los músicos parecían perdidos en el limbo. Sin embargo esto iba girar otra vez hacia lo hiriente con ‘Chrome Rose’, el que fuese seguramente el momento más impactante del concierto. Un Cathan cargado de rabia gritando “I hate you all” mientras observábamos como el resto de la banda incrementaban sus revoluciones con cada golpe de batería. El tremendo contenido de los temas se trasladaba más fuerte que nunca a su directo.

Sin bajar el pie del acelerador, ‘Reticence’ ofrecía un ambiente más dinámico, una mayor liberación frente a las visiones macabras sin dejar de lado la fuerte carga de rabia que fueron soltando durante todo el concierto. Sin embargo, el directo e iba a adentrar en una fase de mayor densidad sonora, crispando sus guitarras de una forma diferente en ‘Zero Triptych’ y ejemplificando la ausencia de languidez dejada atrás en The New Life, disco del que únicamente interpretaron dos temas. Un ambiente que parecía que se iba apaciguando por momentos para lograr un final de tintes despiadados.

La recta final del concierto, estuvo marcada como no podía ser de otra forma por las dos canciones que cierran Arms Around a Vision. Con ‘Take Out the Hand’ consiguieron caldear el ambiente, conduciendo todo hacia la oscura dimensión que proporcionó ‘I Was You’. Un tema escabroso en el que la voz de Cathan parecía oscurecerse aún más, evolucionando desde el remanso de las sombras hasta el escalofrío de estrofas como “So you're trying to wrap my arms around a visión”. Los sintetizadores cometiendo su función casi paranoica y una línea de bajo más rutilante que nunca. Un pavor que se vio ligeramente suavizado con la interpretación de ‘The New Life’ alargada de una forma extraordinaria.

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Tratando de escribir casi siempre sobre las cosas que me gustan.

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